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El lenguaje en los niños con discapacidad visual registra un retraso significativo durante los primeros años de vida, más por la falta de conocimiento del mundo debido a la ausencia de visión que por motivos de capacidades y habilidades.

El niño con discapacidad visual necesita cariño, afecto y apoyo de los padres, para construir su mundo de acuerdo con las personas cercanas y las experiencias táctiles relacionadas con los objetos que le muestren. También requiere una buena estimulación visual de forma temprana para poyar la construcción de imágenes visuales.

Con una buena estimulación, a los cinco años el desarrollo del lenguaje de un niño ciego o con baja visión es similar al de un niño que ve. Sin embargo, el niño muestra las siguientes características:

• Desarrolla su lenguaje en forma tardía, y realiza muchos juegos con palabras aunque no entienda su significado, pues le parecen agradables al oído.
• En ocasiones habla sólo para verificar que los demás están ahí.
• Maneja tardíamente el uso correcto del pronombre “yo”, relacionado con la imagen de sí mismo o de las personas, pues la ausencia de visión le dificulta más identificarse y autor-representarse en juegos, es decir, distinguirse del entorno.
• Muchas veces plantea diferentes preguntas a los adultos o compañeros sin esperar una respuesta, sólo como una forma de vincularse con ellos.
• En ocasiones utiliza palabras relacionadas con lo visual como brillante, claro o luminoso, sin entender su significado, lo cual se denomina verbalismo.

Si bien adquirir un lenguaje fluido les resulta más difícil, con buena estimulación, sin darle sobreprotección o rechazo, el niño tiene las capacidades suficientes para lograrlo.

Fuente: http://www.conafe.gob.mx/mportal7/EducacionInicial/discapacidad-visual.pdf

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